Mi experiencia en el Sendero Guayabal

Testimonio del Trekking Crew 
Por Angélica Lorenzo 

Tenía muchas expectativas de participar de esta aventura desde hace un tiempo. Las montañas y los paisajes me tenían tan entusiasmada que estaba muy ansiosa porque llegara esta excursión y, cuando ya había fecha para el viaje, no dudé en ser parte del mismo.

El Sendero Guayabal a mi percepción no tuvo mucha elevación de terreno y en su mayoría los caminos y trillos estaban bien marcados. Para ser una ruta de 30 kilómetros estuvo relativamente cómoda. Lo que más disfruté del viaje fue poder conectar inmediatamente con la naturaleza y contemplar los altos picos de las montañas, deleitarme con el sonido de los pájaros y el agua del río a mi alrededor; disfrutar del reto de enlodar mis pies y luego refrescarme al cruzar el río. 

Para mí este trayecto fue muy simbólico, a parte de que pude conocerme un poco más, me dejó el aprendizaje de las barreras que soy capaz de derribar, lo lejos que puedo llegar si me lo propongo y que sólo se necesita lo esencial para tener una vida plena. Me acercó a personas con las que comparto una misma pasión y dejó en mi corazón sonrisas y rostros que, sin haberme visto antes, me brindaron su bondad y su calidez. El camino también me mostró que tan fuerte me volvía cada vez que daba un paso hacia delante y lo valiente al aceptar que habían senderos a los que no estaba dispuesta a recorrer. Para mí representa lo que debo dejar atrás y los desvíos que necesito tomar para hacer de mi propio camino un emblema.

Mi recomendación para las personas que deciden emprender este viaje es que tengan la disposición de disfrutar cada segundo y sean receptivos a las lecciones que la naturaleza les deje. #AcamparEsFacil

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